En la ciudad malagueña se está viviendo una época de crecimiento empresarial y emprendimiento que está convirtiéndola en todo un referente a nivel nacional e internacional. Y es que, la ciudad está actualmente atrayendo más tráfico que el resto de competidores y, como veremos a continuación, inversión que proviene de importantes empresas supranacionales.

Además del desarrollo que está experimentando, el núcleo de la inversión está asociada al sector tecnológico, esencial en la actualidad y con unas expectativas de crecimiento exponencial. Málaga, por tanto, se está posicionando como una ciudad innovadora con mucho atractivo en la que invertir e instalarse.

Los hechos más importantes

Si bien es cierto que Málaga ya tenía una tendencia positiva hacia el emprendimiento antes de la pandemia, recientemente han acaecido dos hechos que han evidenciado que la ciudad es un centro neurálgico para grandes y pequeñas empresas.

El primero es la decisión de la empresa Vodafone, la cual va a instaurar su centro europeo de desarrollo tecnológico en esta ciudad. Tras un meticuloso estudio frente a otras ciudades competidoras, Málaga ha conseguido atraer el mayor interés. Sus primeras consecuencias son la contratación de 600 personas de alto grado de cualificación y la atracción de otras pequeñas empresas que giran en torno a este sector. Aun así, se esperan un número mayor de consecuencias positivas que el tiempo nos irá descifrando.

El segundo evento lo ha protagonizado Google. Este ha situado en la ciudad uno de sus centros especializados en ciberseguridad, con todo lo que ello conlleva. Un elevadísimo presupuesto junto al renombre internacional de la empresa, hará que Málaga se beneficie de múltiples ventajas en los próximos años.

Las consecuencias más inmediatas de ambos hechos se reflejan en el aumento de demanda que está experimentando el Parque Tecnológico malagueño, que ha recibido solicitudes de instalación de hasta 30 nuevas empresas.

La situación del emprendimiento antes de la pandemia

Como ya se ha mencionado, la tendencia anterior a la crisis sanitaria era positiva en cuanto al crecimiento de las empresas en la ciudad malagueña. Tal era este crecimiento, que superaba la tasa española de actividad emprendedora en el año 2019. Esta se situaba en el 6.1%, mientras que, en la ciudad andaluza, se situaba en el 7.3%.

No es casualidad que el crecimiento de la inversión y el emprendimiento se haya experimentado en Málaga. Gran parte de los expertos indican que hay aceleradores y factores que atraen económicamente a las empresas, e incluso, por la forma de vida de la ciudad.

Algunos de los factores que señalizan desde la Cátedra de Emprendimiento de la Universidad de Málaga encontramos:

• La intervención gubernamental y los incentivos. La existencia de incubadoras, programas específicos para el emprendimiento, amplia variedad de servicios de consultoría, entre otros.
• Las infraestructuras físicas. Amplia red de transportes y comunicaciones. Málaga está conectada por tierra, mar y aire, y además, son efectivos.
• El acceso a recursos financieros. Mayores posibilidades de financiación y facilidades para acceder al crédito.
• Mano de obra cualificada y formación propia al emprendimiento.

En resumen, el auge de Málaga está ocurriendo ya a pesar de que haya transcurrido muy poco tiempo tras la crisis sanitaria (de la cual aún vamos a experimentar muchas consecuencias). El objetivo ahora es mantener la tendencia y seguir generando oportunidades que atraigan a las empresas tanto nacionales como internacionales.